Mea culpa

Mea culpa, porque a veces no tuve el valor de pelear ante el engaño, que pensaba más en terminar de graduarme "sin problemas" que en ser consecuente con mis ideas.

Mea culpa, porque tuve miedo, como cualquiera y cuando sentí la presión del PCC me callé, una, dos, no sé cuantas veces.

Mea culpa, porque sin estar seguro, firmé por un "Socialismo" inexistente, porque me autoengañé, me conté a mí mismo un cuento de hadas, porque me confundí e intenté optar por el menor de los males cuando la decisión correcta es no optar por ninguno de ellos.

Mea culpa, porque la primera vez que comencé un blog, lo hice con miedo y me escondí en el anonimato.

Mea culpa, porque cuando convencido del engaño decidí dejar la UJC, dejé de mencionar, por miedo a puertas cerradas, que alguna vez fui militante.

Mea culpa ...