Ayer 9 de Noviembre fue un día agotador, estube claro cuando tuve la idea de ir el día 8 a la iglesia de Arroyo Arenas, desde donde partiría la imagen para su recorrido por mi zona. La podría ver sin presiones, sin responsabilidades. Ayer, sería otra cosa, mi misión, asignada desde meses antes, reportero aficionado "oficial" para la Iglesia Católica; al cuello una distinción con la imagen de la Virgen "Iglesia Católica, Comisión de Control", traducido al español "Hombre Orquesta". Meses de preparación y llegaba el momento esperado ¡La Virgen llega hoy!
Se
esperaba que la Virgen Mambisa pasara a las 8:00 am por la esquina de 202 y 51,
a un costado del Hospital Ortopédico Nacional “Frank País”. Allí la esperaban un
grupo de fieles y los padres Vicente y
Pedro, párrocos de las capillas de Sta. Ana y Sta. Elena respectivamente. Desde
allí debería seguir hasta el Cementerio de La Lisa y la capilla Sta. Ana. Por
un error de coordinación y demoras en su salida desde la iglesia de Arroyo
Arenas la imagen se desvió por la esquina de 240 y 51 y directamente hacia el
cementerio. Según me dijeron después el PCC municipal dijo horas antes que no se podía hacer la entrega de la imagen en esa esquina (allí coinciden el Frank País, el municipio del PCC y la Asamblea Municipal del Poder Popular), no me es posible corroborarlo, en todo caso, sería el resultado de algún retrogrado con la mente "estancada" que extraña los tiempos de las UMAP y una muestra más de tiempos "no tan" pasados.
Pero las noticias corren rápido de boca en boca y gracias a un célular lo supimos "¡Oye! ¡La Virgen ya está aquí!" por supuesto que pusimos la marcha hacia Santa Ana, gente no era lo que faltaba, era el padre Vicente.
Ya en Sta Ana descubrí de que servía el "solapín", sin él no llego a entrar nunca, la calle y aceras eran intransitables por la cantidad de gente, por suerte la entrada lateral estaba reservada para los organizadores. No sé muy bien cómo, pero de pronto me dijeron "vamos, ayuda a llevarla" y el honor que había soñado se hizo realidad, llevar la urna de la Virgen Mambisa, la que dice la tradición que estuvo en la manigua. Entre vivas y aclamaciones fue
trasladada nuevamente hacia el auto que la transportaba para continuar hacia el
Frank País. Vicente llegó justo unos instantes antes de que saliera la Virgen.
Durante
este trayecto fue seguida por muchos de los que estaban en Sta. Ana, que se
unieron con el grupo que se encontraba al costado del hospital para seguirla en
el resto de su recorrido. En la entrada principal era esperada por pacientes y
trabajadores, nadie quería perder la oportunidad de recibir a nuestra madre. Se
realizó una oración por todos ellos, los que acudieron y los que no podían
acercase por estar en cama, para que la amada Virgen les acompañara siempre.
Los vivas y peticiones no faltaron ni un momento, una señora pidió “¡Danos
salud y fuerza para seguir luchando!”, esto fue repetido por muchos de los allí
presentes.
Jaime y la Virgen en el interior de Santa Ana |
En el
cementerio fue realizada una oración por los difuntos antes de continuar hacia Sta.
Ana. La imagen llegó antes que el padre Vicente y fue introducida en el templo y
colocada sobre el altar. Allí le fueron ofrecidas flores y velas. Algunos presentaban
sus exvotos. El Cardenal Jaime Ortega dirigió las oraciones e impartió la
bendición de Dios y nuestra amada Virgen de la Caridad a la multitud de fieles
que llenaban el templo y las zonas aledañas.
Jaime y la Virgen en el interior de Santa Ana |
Un pueblo que camina en Alturas de la Lisa |
Frente al Frank País, mirando hacia la avenida 51 |
Frente al Frank País, mirando hacia la entrada del hospital |
En Sta.
Elena era esperada por más personas. La calle frente a Sta. Elena estaba
colmada entre aquellos que aguardaban y los que venían junto a la Virgen. La
imagen se mantuvo sobre el auto frente a la entrada. Todos juntos como hermanos
rezaron el Ave María una vez más durante esta mañana. Alguien tenía preparado
pétalos de flores que fueron lanzados al aire, flores, peticiones, vivas, nada
faltó. Algunos encendían velas que sostenían en sus manos. El padre Pedro
Caballero dirigió la última oración antes de que la Virgen se despidiera de la La
Lisa para continuar su camino, esta vez hacia Marianao.
Frente a Santa Elena |
Frente a Santa Elena |