reglas

Este es un blog no moderado. Pero no se aceptan los comentarios ofensivos, serán eliminados.

Usted puede reproducir libremente las entradas en este blog en cualquier medio y modificarlas siempre que estas modificaciones sean bien señaladas como no pertenecientes al autor original. No se permite la modificación del contenido de aquellas entradas que han sido tomadas de otros lugares.

lunes, 26 de marzo de 2012

Estoy cansado

Benedicto XVI llega hoy, y ya yo estoy cansado. A la alegría por la llegada de aquel al que considero "mi pastor" se opone el malestar que siento al leer escritos de otros. Especialmente doloroso me ha resultado el post de Yasmín  "Mucha baba en Cuba para el Papa", no logro comprender el por qué de tanta ira. Yasmín (y otros) asumen posturas de Fe en el Marxismo, la "libertad sexual", la libertad de abortar (para mí, libertad de asesinar) para criticar otras posturas, que son asumidas también desde otra Fe, con resultados opuestos.

Y al final me jode que en parte tenga razón. Si, a mi que soy Católico, que creo firmemente en los dogmas de la Iglesia (y no porque me los enseñara mi abuelita, llegué a esta creencia por convencimiento), me joden los recibimientos y despedidas masivas a Benedicto XVI, que se esté obligando de forma más o menos velada a participar de las misas a aquellos que no tienen ningún interes en ellas.

A mi no me interesa lo que crea el PCC sobre Benedicto XVI, si tiene interes en "alianzas" con el Vaticano. Lo que me interesa es que la Misa, o para decirlo de forma teológicamente correcta, la Eucaristía, es un ritual Sagrado y pido para ella el mismo respeto que le doy al toque de tambor de mis vecinos. No es una simple reunión, ni un acto social, es el momento en que los Católicos creemos que Dios se hace presente en pan y vino que son a la vez, su carne y su sangre. Prefiero una Eucaristía con la Plaza vacía, a una llena de personas forzadas a encontrarse allí.

Yasmín a tus preguntas:

En esas homilías ¿Dónde está el travesti que inspeccionó la casa contra los mosquitos ayer? ¿Dónde la familia de mis amigos: el médico y el mecánico con su hijito? ¿Dónde la gente que defiende a Marx? ¿Dónde, quienes habitan esa casa en la que ya no nacerán más hijos?

¿Dónde, el plante Abakua? ¿Dónde, los círculos de espiritismo que elevan sus plegarias en toda la Isla? ¿Dónde, las mujeres golpeadas que un día dijeron basta y levantaron la mano? ¿Dónde, esos adolescentes que reúnen valor compran condones en la farmacia? ¿Dónde, el colectivo Carrito por la Vida? 


¿Dónde estoy yo?


El  mensaje de esas homilías, tiene un carácter universal, para la Iglesia, Dios no excluye a nadie y Jesús no fue entregado por el pecado de algunos, fue entregado para expiar el pecado de todos, el tuyo y el mío; es el hombre quien por su propia voluntad decide separarse de Él. La Iglesia no puede condenar que esa mujer de la que hablas se defendiera, pero no puede alegrarse, porque esto implicó un acto más de violencia. Tus amigos, el médico, el mecánico y su hijo de los que hablas, los que creen en la viabilidad del Marxismo, los de otras creencias; todos ellos están en ese mensaje, es el momento que tiene Dios para tocar la puerta, algunos la abrirán hoy, otros mañana, otros nunca. Eso no importa, al final Dios, que conoce el corazón de cada uno y lo mide por el amor y la justicia más que por cualquier otra cosa tiene la última palabra y te aseguro, amiga, que ese Jesús que ves con los brazos abiertos, no los mantiene así por los clavos en la cruz, los mantiene abiertos para darle un abrazo a todo el que se le acerca y decirle "Eres preciado para mí, porque te amo".

S@lu2 wzaldivar

martes, 20 de marzo de 2012

Sobre una decisión no tomada

Llegan momentos en la vida en los que se deben tomar desiciones, yo aún no tengo claro si lo que estoy pensando es el verdadero llamado para mi vida. Simplemente estoy en un proceso de discernimiento sobre mi estado de vida y mi futuro:


Repito, no hay ninguna desición tomada, no es algo que se decida de un momento a otro y aunque no  lleve pensando poco tiempo (ha sido un proceso largo). Siento la inclinación a pedir la entrada a alguna orden religiosa. Mi primera gran candidata es la Orden de los Frailes Menores Capuchinos seguida por la Orden de los Frailes Menores, conocidos popularmente como Franciscanos Capuchinos o simplemente Capuchinos y Franciscanos. Ambas ordenes siguen el carisma legado por San Francisco de Asís y al ser los Capuchinos de menos características conventuales, les prefiero.

Soy un enamorado de las ordenes mendicantes, no puedo evitarlo, les siguen en mi corazón la Orden de los Predicadores (Dominicos) y la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (Carmelitas). Y aunque no es una orden mendicante la Compañía de Jesús es la otra orden por la que siento afinidad.

Solamente me queda rezar y pedir a Dios que ilumine mi mente y mi corazón para que cualquiera sea mi desición, sea la correcta.

S@lu2 wzaldivar

lunes, 19 de marzo de 2012

Riflexionando sobre la disidencia y un desagradable acontecimiento en un templo habanero

El día 14 de Marzo salió una Nota de Prensa del Arzobispado de La Habana que hablaba sobre la ocupación, desde el día anterior, por parte de un grupo de disidentes de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad de la arquidiócesis de La Habana. Las opiniones respecto a dicha nota de prensa varían, según la posición más o menos radical que se tenga y la idea de cuan "plegado" al gobierno cubano se encuentra el Arzobispo de la Habana, Cardenal Jaime Ortega Alamino. Sobre todo se habla del estilo "Editorial de Granma" de esta nota, y la realidad es que el portavoz del Arzobispado que firma la nota de prensa, Orlando Márquez Hidalgo, es considerado entre el laicado "disidente" de corte "rojo" y progubernamental.

En principio, yo no soy de los que crea que el Cardenal Ortega este plegado a demandas gubernamentales, simplemente ha optado por evitar la confrontación directa con el gobierno, lo cual teniendo en cuenta que la Iglesia no es una tribuna o trinchera política está perfectamente bien. Ojo, la no confrontación no significa que la Iglesia como institución deje su posición intercesora por aquellos que están abiertamente opuestos al gobierno y que abandone las denuncias a las injusticias sociales y la opresión, al contrario. Por supuesto que el tono e "intensidad" de la denuncia siempre dependerá de cuan radical sea el que la presenta.

En fin, para mi el Cardenal Jaime Ortega, no es de corte radical, más bien moderado, muy diplomático, pero con una gran habilidad para poner el dedo en la llaga sin que se le pueda tildar de ser pro o anti gubernamental. Ejemplo: en su mensaje del 13 de Marzo transmitido por la TV cubana dice:

“Pero en nombre de la verdad ¿cuántas injusticias y cuántas cosas malas se han hecho?”. Es cierto. Pero en nombre de la verdad muchas veces relativizada, la verdad de este o de aquel, se puede llegar a un relativismo: que cada uno reclame su verdad, y podamos entonces llegar a un laxismo en el sentido ético, por el cual nosotros somos indiferentes a cualquier tipo de pensamiento y nuestra actitud ante la vida se vuelve acomodaticia, variable, o podemos llegar a un absolutismo o a un verdadero régimen totalitario. Cuando alguien cree que tiene una verdad ¡es esa!

Considero que el principal problema es que la Iglesia Católica se ha convertido en el interlocutor del gobierno, lo cual es mucho mejor que el monólogo gubernamental de estos años de "Revolución", pero sigue estando mal. La posición de interlocutora con el poder la tiene que asumir la sociedad civil, no la Iglesia Católica, ni ninguna otra. Rezo por el día en que esto suceda y la Iglesia Católica deje de ser una suerte de intermediaria de la (para mi, incipiente) sociedad civil cubana.

Pero retornemos al incidente del 13 de Marzo, la ocupación de la popularmente conocida como "Iglesia de la Caridad", el 99% de mi ser está en contra, mi posición como católico y mi forma de mirar cual debería ser la relación Iglesia - Gobierno - Sociedad Civil, donde la Iglesia no es más que una observadora, intercesora por los más necesitados, pero no interlocutora del Gobierno. La relación de la Iglesia Católica con los Círculos de Poder a lo largo de la historia, ya ha sido lo suficientemente perjudicial a su misión y ha dejado atrocidades reales, más un buen grupo de "leyendas negras".

El otro 1% (o menos) comprende lo sucedido aunque no llega a apoyarlo. Es saludable la existencia de la disidencia, pero escoger un templo de la Iglesia Católica o cualquier otra denominación religiosa, está mal. Si quieres protestarle al gobierno, hazlo, pero al gobierno. Encadenate a un asta del "Monte de las banderas" en la Tribuna Antimperialista, saca un cartel en medio de la Plaza (y avísale a la prensa antes), pero no interfieras con el desarrollo de las celebraciones religiosas de otros. Pide lo que quieras a la Iglesia Católica como intercesora, pero no asumas posiciones de fuerza y presiones contra ella (No te fajes con el cocinero). Cambien donde dice Iglesia Católica por cualquier otra institución religiosa y seguirá siendo lo que pienso. Es cierto que el ocupar un templo da ciertas garantías en cuanto a seguridad personal, pero si te vas a meter a protestar en contra de un Gobierno Absolutista, debes conocer las reglas del juego y  la oposición abierta "en las calles" tiene ese riesgo.

Yo no lo niego, nunca he participado en una manifestación de oposición en las calles, tampoco he tenido la oportunidad debido a la poca divulgación que tienen y el distanciamiento que he asumido de la "disidencia tradicional" de la cual creo (esta es una exageración para nada exacta) está compuesta por un 50% de la Seguridad del Estado, un 45% de oportunistas, un 4% que no tiene claro porque se "integró" a la disidencia y un 1% de "disidentes reales". Si contamos que en los disidentes segurosos tenemos un 90% de oportunistas y un 10% que cree en el Gobierno, el porciento de oportunistas crece, crece, creeeece...

S@lu2 wzaldivar

martes, 13 de marzo de 2012

Milagros particulares

Sábado 2 de Abril de 2005, en la Habana se celebraba la Pascua Joven en la Ermita de los Catalanes, había un viento fuerte "como si soplara el Espíritu Santo" me dijo alguien. En aquella época yo no tenía ni idea de como localizar el Santísimo Sacramento al entrar en un templo, tampoco era algo que entendiera muy bien, pero algo dentro de mí me decía, allí en esa esquina del templo, donde otros rezan, inca rodilla en tierra y presenta tus preocupaciones al Señor. Después supe que era ese el lugar.

La Hermana Glenda cantaría ese día, yo nunca le había escuchado. Estaba en el momento de "no ruptura" con una novia que había abandonado el país, pero ya no daba más, la distancia terminaba con la relación con cada minuto que pasaba y los emails cada vez eran menos. Cantó Glenda, preguntas de los que sabían de ella, de los que conocían sus canciones, alguien preguntó algo sobre los noviazgos, creo. Comenzó a hablar de las cercanías del amor que requiere ser cuidado y de pronto dijo: "lo que si es cierto, es que no se puede ser novios por internet". Fue como si de repente me quedara solo en medio de aquella plazoleta y me señalaran con un dedo gigante, como cuando te dicen: "no mires para atrás, que es contigo".

Solo sé que miré al cielo y le dije al Señor. ¡Oye... Apretaste, se te fue la mano!

S@lu2 wzaldivar

Esperando la segunda visita de un Papa a Cuba

Juan Pablo II
No es casualidad que en este momento, cuando el 80% de mis pensamientos terminan en la visita que realizará Benedicto XVI a Cuba, termine pensando en la primera visita de un Papa a esta isla, el hoy Beato (espero que pronto Santo) Juan Pablo II.

No puede ser de otra forma, en Enero de 1998 yo era estudiante de la Lenin, tenía 17 años y no era católico, para nada, llegar al convencimiento de la doctrina de la Iglesia Católica fue un proceso que me tomó años con altas y bajas, en el año 2004 fue que pedí ser bautizado y acogido en el seno de la Iglesia, lo cual sucedió finalmente el 25 de Diciembre de 2005.

Creo que esa es una introducción necesaria, porque en aquel momento, cuando nos montaron a los alumnos de la Lenin en transportes para pararnos a los costados de la avenida Rancho Boyeros como "adornos" en el recibimiento de Juan Pablo II, me sentí bastante incómodo. Para mí la primera visita de un Papa a Cuba no dejaba de tener el interés de lo anecdótico, pero yo sobraba en aquel lugar. Estaba interesado en las misas y el contenido de sus homilías que celebraría en varios puntos del país; pero no en ver pasar a un anciano en una caja de cristal (a.k.a. el Papamovil).

Sim embargo, al final, lo recuerdo con una mezcla de alegría y tristeza, porque había en el más que un anciano en una caja de cristal, más allá de sus temblores de su enfermedad se sentía la cercanía con Dios. En aquel momento lo sentí. Aunque yo no estaba sintonzado para ver pasar al Papa, los escasos segundos en que pasó frente a mí no se han borrado, fue el comienzo de una admiración que ha crecido con los años. La misa que ofició en la Plaza José Martí (Plaza de la Revolución) ya era otra historia, ese día estuve allí, porque era lo que yo deseaba.

Juan Pablo II pertenece también a mis primeros pasos "conscientes" dentro de la Iglesia, el sábado 2 de Abril de 2005 no lo olvidaré nunca, sucedieron muchas cosas, incluidos un par de "milagros particulares". En la Habana celebrábamos la Pascua Joven y de pronto llegó la noticia, no por esperada menos impactante. El Papa había muerto.

Benedicto XVI
Hoy, espero la segunda visita de un Papa a Cuba, y siento en la boca el mal sabor de un editorial de Granma que a mi entender mezcla la gimansia con la magnesia. Me preguntó cuantos estudiantes y trabajadores sentirán lo mismo que sentí yo al tener que recibir a alguien que simplemente no les interesa. Sé que puede ser el inicio de un cambio, en mí lo fue, pero siempre hubiera preferido haber estado en ese lugar por mi propia voluntad. Por suerte hoy aunque me lo intentaran imponer, solamente irían a favor de mi voluntad, hoy espero, cuento días y horas, pensando que al final, la visita se me hará corta.

S@lu2 wzaldivar


Vistas de página en total